viernes, 3 de octubre de 2014

CONTROL AMBIENTAL



Teniendo en cuenta la fabrica Faber-Castell

Los aspectos ambientales están ocupando un lugar cada vez más importante en la política de la compañía. A mediados de la década de los 80, se inició en la región sudeste de Brasil un proyecto de forestación único. Desde entonces se ha desarrollado de manera consistente y lógica en un proyecto modelo tanto en términos ecológicos como económicos. En 1992 Faber-Castell se convirtió en el primer (y aún continúa siendo el único) fabricante de lápices en introducir en Alemania una tecnología de pintura a base de agua compatible con el medio ambiente. Seis años más tarde la compañía estableció una planta de producción en Costa Rica para listones y lápices fabricados con madera ecológicamente certificada.

Lápices Faber-Castell "ecológicos"
En Brasil, la compañía utiliza coníferas que crecen con rapidez en sus bosques y que fueron plantadas en la antigua sabana estéril. Mantiene además sus propios viveros de árboles y se trasplantan plantones continuamente para reemplazar cada hilera de árboles talados: un ciclo ecológico sustentable. Más de un millón de árboles jóvenes del tipo Pinus caribea se trasplantan cada año en una superficie total de alrededor de 100 km², a miles de kilómetros de la selva tropical amazónica que se encuentra en peligro. Después de solamente diez o doce años son lo suficientemente grandes como para ser talados, cuando proporcionan la materia prima compatible con el medio ambiente para la fabricación de los lápices. Sin embargo, no sólo los materiales sino también el desarrollo, los métodos de producción y la eliminación de toda clase de desechos tienen que cumplir con determinados requisitos, sujetos a un análisis crítico. Faber-Castell es la única empresa que utiliza pintura al agua ecológica para todos sus lápices de madera producidos en Europa.

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